Ingredientes
Masa
- 250 g de harina de gran fuerza
- Entre 60 y 80 g de agua
- 1 huevo mediano (55 g una vez cascado)
- 80 g de azúcar
- 25 g de manteca
- 6 - 8 g levadura de panadería (depende de la temperatura), si usas de la seca, 2 – 3 g
Relleno
- Entre 175 y 200 g de manteca
Además
- Aceite para manipular
- Azúcar glas
Instrucciones
Saca la manteca de la nevera para que no esté fría y dura. Mezcla todos los ingredientes de la masa menos la levadura (no pongas todo el agua de vez, sino la cantidad menor expresada, y echa toda solo si ves que la masa está seca). La masa estará un poco pegajosa al principio. Deja que repose 5 minutos. Amasa a intervalos: 1 minuto de amasado (plegarla y hacerla rodar sobre la mesa) y 10 minutos de reposo.
Repite este ciclo 3 ó 4 veces, hasta que la masa esté lisa y, tras el reposo, puedas estirarla suavemente entre los dedos hasta lograr una membrana traslúcida (ver foto abajo). Aunque parezca increíble, sale simplemente con micro amasados y reposos.
En la última tanda de amasado, añade la levadura frotándola hasta que se incorpore a la masa (si es seca, disuelve los gránulos en unas gotas de agua hasta que sea una pasta; así será más fácil).Cuando la masa esté amasada, espera 30 minutos.
Unta de aceite una superficie de trabajo grande (unos 140 x 100 cm), para que la masa no se pegue. Estira con el rodillo la masa hasta dejarla muy fina, un rectángulo de unos 100 x 30 cm. Con suavidad, unta la manteca por toda la masa. Si está aún dura y fría, fúndela frotándola entre tus manos.
Una vez la masa está embadurnada de manteca, estírala sin miedo poco a poco hasta que la masa quede translúcida, como una membrana, como una tripa de embutir, como la finísima piel de un tambor. Con el peso de esta masa tendría que salir algo entorno a 130-140 x 90-100 cm); algo increíble. Recuerda untarte siempre las manos de manteca o aceite para estirarla con más comodidad.
Si ves que la masa se resiste, espera un poco y vuelve a estirar. Enrolla la masa por el lado más largo, hasta tener un cilindro de más de un metro de largo y un par de centímetros de grosor. Deja que repose 25 minutos para que se relaje.
Estira suavemente el churro de masa para que gane longitud, y colócalo en forma de espiral sobre una hoja de papel de hornear, asegurándote de dejar espacio para que crezca (no hagas una espiral muy prieta, ya que no tendrá espacio para crecer en el horno; ver foto). Fermenta unas 12 – 14 horas en el horno apagado (ahí nadie la molestará, y si hace frío puedes poner un cacillo con agua tibia en la base para que fermente bien; el frío ralentizará la fermentación).
Cuando haya triplicado o cuadruplicado su volumen, lucirá impresionante y habrá llenado los huecos que dejaste la noche anterior. Si aún le falta por crecer, simplemente déjala más tiempo; a veces, si la levadura no va bien o hace frío, puedes tener que esperar hasta 20 - 24 horas. Intenta que la masa no pase frío.
Calienta el horno 180° C y cuécela unos 18 – 20 minutos. Calor arriba y abajo, sin ventilador (si no puedes quitar el ventilador, baja 20° C la temperatura). Pon un cazo metálico con agua en el horno durante la cocción.
Una vez fría, espolvoréala con azúcar glas.
Variaciones
Puedes hacer dos cordeles y formar una trenza en espiral, o bien enriquecer la manteca con azúcar glas, incluso especiarla con canela o anís molido. Puedes rellenarla (antes de enrollar la masa) de cabello de ángel, sobrasada o cosas deliciosas. O bien abrirla en dos una vez cocida y rellenarla de nata o crema de chocolate. También puedes hacer porciones rectas de ensaimada, como palos, y tendrás algo parecido a un fartón hojaldrado.
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