Ingredientes
Para 12 canelones / 6 personas
- 12 panqueques de 20 cm de diámetro
- 500 g de ricota
- 400 g de espinacas frescas o congeladas
- 200 g de champiñones portobello
- ½ cebolla
- 50 g de mantequilla + extra para gratinar
- 50 g de harina de trigo
- 800 ml de leche entera
- 500 g de salsa de tomate
- 200 g de queso parmesano rallado
- Nuez moscada
- Pimienta negra
- Sal
- Aceite de oliva
Instrucciones
Lavar las espinacas y retirar los tallos más leñosos si los tuviera. Cortarlas en trozos grandes.
Colocarlas en una sartén u olla con tapa a fuego bajo y salpimentar. Moverlas pasados un par de minutos y retirarlas una vez estén blandas pero de color verde brillante. Escurrir bien con la ayuda de un colador y reservar.
Picar la cebolla en brunoise (daditos muy pequeños) y rehogarla en una sartén con aceite de oliva.
Limpiar los champiñones y cortarlos en cuartos o sextos, dependiendo de su tamaño. Añadir a la sartén y salpimentar.
Una vez la cebolla y los champiñones estén tiernos, añadir las espinacas cocidas y bien escurridas. Mezclar y rehogar un par de minutos más.
En un bol mezclar las espinacas y champiñones con la ricota y la mitad del queso parmesano. Corregir el punto de sal y pimienta si fuera necesario y dejar reposar mientras preparamos la bechamel.
En un cazo derretir la mantequilla a fuego medio y añadir la harina. Cuando huela a tostado y haya cambiado su color a un amarillo dorado, añadir poco a poco la leche sin dejar de mezclar hasta que espese. Añadir sal, pimienta negra y nuez moscada al gusto.
Calentar el horno a 180 ºC y enmantecar una bandeja alta para horno.
Montar los canelones: poner relleno en el centro del panqueque y girar para que quede cerrado, con forma de tubo. Colocar en la bandeja uno al lado del otro.
Cubrir con la salsa de tomate y luego con la bechamel. Terminar con el queso parmesano restante por encima y unos trocitos de mantequilla para que gratine bien. Hornear durante 30 min o hasta que esté dorada la superficie.
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